jueves, mayo 24, 2007

Elecciones del 27 de Mayo.

A mi me lo han enviado, así que yo lo paso. Quería hacer algún comentario sobre las elecciones del domingo, pero no se me ocurría nada, así que con este chiste ya expreso mis sentimientos.

José Maria Aznar, Eduardo Zaplana, Ángel Acebes y su chofer se trasladaban por carretera a la Moncloa para ver a ZP, cuando cerca de Alcalá de Henares, súbitamente aparecen tres cerdos y sin poder evitarlo los atropellan, matándolos instantáneamente.

Zaplana le dice al chofer: Localiza la granja de donde pertenecen y explícale al dueño lo sucedido para reclamarle los daños que nos ha ocasionado.

Tres horas más tarde, regresa su chofer tambaleándose, con una botella de vino Gran Reserva en la mano, una caja de puros "Cohíba" en la otra, y el cabello y la ropa totalmente desarreglados.

¿Qué ha pasado...? pregunta Zaplana al chofer, y este le responde: Bueno, el granjero dueño de los cerdos me regalo esta excelente botella de vino, su mujer los puros "Cohíba" y su hermosa hija me hizo el amor tres veces de una manera salvaje.

¡¡¡Po´s, po´s!!!, ¿que les dijiste? Les dije: Soy el chofer de Zaplana, Acebes y Aznar, y ¡¡¡acabo de matar a los tres cerdos!!!

Fuera bromas, tenéis que ir a votar, la abstención y el voto en blanco solo beneficia a los fachas, que ya nos han tocado las pelotas demasiado ¿no creéis?


sábado, mayo 19, 2007

No apto para corazones insensibles…

Aquí tenéis un ejemplo de por que hay que tratar a los animales con el máximo de los respetos, y no creernos superiores a ellos, pues ya se amaban antes de que nosotros inventáramos San Valentín.


martes, mayo 08, 2007

Guillermo y sus niños perdidos.

Paseando por mi querido y odiado Madrid, me encontré con uno. Al principio no sabia que era o que podía significar, pensé que alguien lo había olvidado. Me lo lleve a casa, pues era bonito y no quería que una repentina lluvia lo ahogara.

Tenia escrito una dirección de correo electrónico, así que una noche me decidí a mandar un e-mail para comunicar mi hallazgo. La respuesta fue de un tal Guillermo, me dijo que era el padre de la criatura, pero que podía quedarme con ella a cambio de cuidarla bien. Con lo difícil que esta la adopción, no me pude negar ¡Quizá hubiera preferido una chinita! Pero lo he adoptado igualmente.

El gesto de regalar fortuitamente algo hecho por ti a extraños, sin esperar nada a cambio, me parece muy bonito.

Ya sabéis, cuando paseéis por la urbe, llevad los ojos bien abiertos. Un Lost Boy os puede estar esperando.


Obra de Guillermo Bermejo en ARCO 07.